Luis Portillo, el protagonista de El cráneo de la Araña, cuando volvía de sus viaje "inverso" por Europa comentaba: "Cada camino confluye en otro nuevo. Si queremos regresar por cualquier vía, para empezar, iremos en sentido contrario y lo que veremos ya no es lo mismo." Estoy de acuerdo con Luis -como no puede ser de otra manera-, esta semana me siento como si volviera de un largo viaje, como si algo me hubiera cambiado y no reconozco los lugares comunes. El viaje del que hablo no es el de Polonia, ya hace semanas que regresé, son las vacaciones y mis lecturas. Es importante desconectarse de la rutina de todo el año y una manera de evasión son los libros. Gracias a las novelas que he leído he estado en Madrid con Mendoza, en África, Perú e Irlanda con Vargas Llosa, en la Costa Brava con Bolaño y sobre todo, donde a él le ha dado la gana, con McEvan. Tras Solar, que ha sido el mejor libro sin discusión, los demás me han dejado sensaciones diversas más o menos e
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