Este mes de mayo pasado va a ser inolvidable y quedará como el mes de las presentaciones.
El día tres presentamos mi última novela, Uvas negras, en el Restaurante "Lo Güeno, ubicado en el Centro Histórico de Málaga, dentro de una interesante iniciativa llamada Sopa de Letras. Se trata de una actividad cultural promovida por este negocio hostelero para la difusión, principalmente, de autores y libros malagueños.
El acto comenzó con unas palabras del periodista Antonio Márquez, que fue el encargado de moderar el evento; luego intervino, por parte de Plumágica Grupo Editorial, Miguel Ángel Magnani. A continuación, el poeta y profesor, Ángel L. Montilla Martos, hizo la presentación propiamente dicha de la novela con un repaso de mis anteriores libros y con un análisis ocurrente y profundo de mi estilo como escritor. Ángel siempre me emociona con sus palabras de amigo y de admirado poeta-presentador. Por último, intervine yo y decidí hablar de los temas que provocaron Uvas negras y del proceso creativo de la novela: documentación, elección de la narradora, ambientación, etc. En fin, lo más importante fue que me sentí acompañado y arropado por una sala repleta. Gracias a todos y todas.
Dos días después, en la 48ª edición de la Feria del Libro de Málaga, estuve firmando ejemplares de mi novela en la caseta de Proteo y Prometeo. Gracias a esta librería de tanto prestigio por acogernos dentro de su larga oferta de obras y escritores que estaban firmando también sus libros. Otra experiencia grata e interesante.
Finalmente, el día diecisiete, en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga con la ayuda de Anastasio Álvarez Martín, escritor y profesor jubilado, y de Elena Picón García, profesora de Lengua y Literatura, participamos en otro acto que decidimos organizar de otra manera, como una especie de tertulia o debate. El evento comenzó con las cálidas palabras de Sara Gili Gatius, directora ejecutiva de la editorial. Después estuvimos intercambiando opiniones con el público asistente sobre varios temas relacionados con mi novela: la necesidad de la memoria y del recuerdo, así como sobre la desgraciada vigencia de los totalitarismos y de sus peligros.
En resumen, un mes intenso en el que Uvas negras ha dado un paso importante, pienso, para ser conocida y por tanto leída.
Nuevamente gracias a amigos, familiares, editorial, curiosos y a todos los que de alguna forma han colaborado en que este mayo de 2018 se haya convertido para mí y para siempre en el mes de las presentaciones.
El día tres presentamos mi última novela, Uvas negras, en el Restaurante "Lo Güeno, ubicado en el Centro Histórico de Málaga, dentro de una interesante iniciativa llamada Sopa de Letras. Se trata de una actividad cultural promovida por este negocio hostelero para la difusión, principalmente, de autores y libros malagueños.
El acto comenzó con unas palabras del periodista Antonio Márquez, que fue el encargado de moderar el evento; luego intervino, por parte de Plumágica Grupo Editorial, Miguel Ángel Magnani. A continuación, el poeta y profesor, Ángel L. Montilla Martos, hizo la presentación propiamente dicha de la novela con un repaso de mis anteriores libros y con un análisis ocurrente y profundo de mi estilo como escritor. Ángel siempre me emociona con sus palabras de amigo y de admirado poeta-presentador. Por último, intervine yo y decidí hablar de los temas que provocaron Uvas negras y del proceso creativo de la novela: documentación, elección de la narradora, ambientación, etc. En fin, lo más importante fue que me sentí acompañado y arropado por una sala repleta. Gracias a todos y todas.
Dos días después, en la 48ª edición de la Feria del Libro de Málaga, estuve firmando ejemplares de mi novela en la caseta de Proteo y Prometeo. Gracias a esta librería de tanto prestigio por acogernos dentro de su larga oferta de obras y escritores que estaban firmando también sus libros. Otra experiencia grata e interesante.
Finalmente, el día diecisiete, en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga con la ayuda de Anastasio Álvarez Martín, escritor y profesor jubilado, y de Elena Picón García, profesora de Lengua y Literatura, participamos en otro acto que decidimos organizar de otra manera, como una especie de tertulia o debate. El evento comenzó con las cálidas palabras de Sara Gili Gatius, directora ejecutiva de la editorial. Después estuvimos intercambiando opiniones con el público asistente sobre varios temas relacionados con mi novela: la necesidad de la memoria y del recuerdo, así como sobre la desgraciada vigencia de los totalitarismos y de sus peligros.
En resumen, un mes intenso en el que Uvas negras ha dado un paso importante, pienso, para ser conocida y por tanto leída.
Nuevamente gracias a amigos, familiares, editorial, curiosos y a todos los que de alguna forma han colaborado en que este mayo de 2018 se haya convertido para mí y para siempre en el mes de las presentaciones.
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