En mi familia, con mi hermana, tenemos varias veces, de forma fingida evidentemente, una discusión que nos ha provocado siempre la risa. La empiezo normalmente asegurando que Martín Caparrós soy yo, mientras que mi hermana disputa con la afirmación de que Martín Caparrós es ella: un verdadero diálogo de besugos. Hace unos años descubrí que ninguno tenía razón, que había un argentino, escritor y periodista, que nos ganaba en google por lo menos.
Mi descubrimiento de este autor se produjo cuando, de una manera narcisista, busqué mis apellidos en internet y me encontré con el bonaerense.
Al recibir este autor el XXIX Premio Herralde de Novela, me sentí un poco reconocido también, un poco más tocayo. Los Living es una novela curiosa y su narración es fluida y densa, divertida y dramática. Quizás haya que esperar demasiado hasta llegar a lo más interesante. Aunque la trama está demasiado enredada con la muerte, el mensaje que me ha quedado es de optimismo, de disfrute del momento, carpe diem, digamos.
Por ello y teniendo en cuenta que ha comenzado el verano y que vuelvo a poner en solfa todo lo que parecía transcendental hace unos días, he iniciado mis lecturas de este tiempo de más paz y reflexión. Ya sabéis, me siento nuevamente libre para leer. Ya terminé los textos de la primavera: A salto de mata de Auster, Siete mentiras de James Lasdum y, por supuesto, Los Living de Martín Caparrós. Por fin, me siento preparado para las lecturas estivales de verdad. No quiero decir que estos textos no me hayan gustado, al contrario, todos han tenido algo interesante y merecen mi reconocimiento, pero no es lo que necesito ahora mismo, busco mucho más y en unos minutos me pondré a escoger la próxima lectura.
Confieso que tengo un método un poco teatral para seleccionarla. Suelo repasar con lentitud los anaqueles de mi biblioteca extrayendo ligeramente los lomos de los libros que aún no he leído. Luego los voy eliminando uno a uno, alineándolos correctamente de nuevo: algunos deben esperar un poco más. Al final quedará solo uno y ese será mi elegido. Hay días en los que ya sé cuál voy a leer antes de esta ceremonia, sin embargo, suelo mantener la rutina de la selección por si descubro entre tantos títulos alguno que me llame en ese momento preciso la atención. Suelen acertar.
Mi descubrimiento de este autor se produjo cuando, de una manera narcisista, busqué mis apellidos en internet y me encontré con el bonaerense.
Al recibir este autor el XXIX Premio Herralde de Novela, me sentí un poco reconocido también, un poco más tocayo. Los Living es una novela curiosa y su narración es fluida y densa, divertida y dramática. Quizás haya que esperar demasiado hasta llegar a lo más interesante. Aunque la trama está demasiado enredada con la muerte, el mensaje que me ha quedado es de optimismo, de disfrute del momento, carpe diem, digamos.
Por ello y teniendo en cuenta que ha comenzado el verano y que vuelvo a poner en solfa todo lo que parecía transcendental hace unos días, he iniciado mis lecturas de este tiempo de más paz y reflexión. Ya sabéis, me siento nuevamente libre para leer. Ya terminé los textos de la primavera: A salto de mata de Auster, Siete mentiras de James Lasdum y, por supuesto, Los Living de Martín Caparrós. Por fin, me siento preparado para las lecturas estivales de verdad. No quiero decir que estos textos no me hayan gustado, al contrario, todos han tenido algo interesante y merecen mi reconocimiento, pero no es lo que necesito ahora mismo, busco mucho más y en unos minutos me pondré a escoger la próxima lectura.
Confieso que tengo un método un poco teatral para seleccionarla. Suelo repasar con lentitud los anaqueles de mi biblioteca extrayendo ligeramente los lomos de los libros que aún no he leído. Luego los voy eliminando uno a uno, alineándolos correctamente de nuevo: algunos deben esperar un poco más. Al final quedará solo uno y ese será mi elegido. Hay días en los que ya sé cuál voy a leer antes de esta ceremonia, sin embargo, suelo mantener la rutina de la selección por si descubro entre tantos títulos alguno que me llame en ese momento preciso la atención. Suelen acertar.
Pues a este Martín Caparrós lo descubrí después que a ti, rebuscando en la biblioteca. Cuando vi los apellidos rápidamente cogí el libro, pero el de la foto parecía mucho mayor que tú. Fue al leer la contraportada y ver que era Argentino cuando salí de dudas.
ResponderEliminarNo lo he leído, pero con tu recomendación probablemente caiga este verano. Lo pasé en grande con "Solar".