Ir al contenido principal

14 de abril

Será casualidad, pero hoy 14 de abril, octogésimo primer aniversario de la proclamación de la Segunda República española, Juan Carlos I se ha roto la cadera demostrando que, aunque sea de sangre azul, es humano y está mayor. Ante todo aclaro que siento un enorme respeto por el Rey y sobre todo por su actuación en ciertos momentos de nuestra Historia reciente, sin embargo, creo que sería lógico pensar en la jubilación y en que los tiempos han cambiando, que los yernos son demasiado humanos y que los nietos también peligran.
¿No es lógico en el siglo XXI plantear algunos cambios en el funcionamiento de la Jefatura del Estado? El machismo de la Monarquía y la lotería de la sucesión son algunos motivos. No todos los hijos están capacitados para realizar la misma actividad que sus padres por mucho que hayan sido preparados para ello. Conozco muchos casos en los que una empresa determinada ha tenido una rentabilidad envidiable y, sin embargo, al pasar a manos de sus herederos ha caído en picado. No todos los hijos de ilustres médicos, por ejemplo, son excelentes galenos, aunque ejerzan. ¿No sería "realmente" más democrático elegir al Jefe de nuestra patria en las urnas?
El Rey estaba cazando en Botsuana y Froilán hacía prácticas de tiro en Soria hace unos días y tuvo un pequeño problema con una bala. No creo en las casualidades, pero ambos estarán tumbados ahora en las respectivas camas de sus correspondientes hospitales pensando en sus cosas y sin acordarse, seguramente, que hace ochenta y un años el abuelo Alfonso tuvo que coger las maletas y, sin abdicar, marcharse a París.
Espero la pronta recuperación de todos los miembros heridos de la Casa Real: "God Save de King". (http://blogdejofran.blogspot.com.es/2012/02/sex-pistols.html)

Comentarios

  1. A esta familia se le puede discutir todo menos la puntería. God Save us.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Poner en la picota

Según el diccionario etimológico de J. Corominas, picota es una palabra documentada ya hacia 1400, derivada probablemente de pico y esta a su vez de picar "en el sentido de punta, porque las cabezas de los ajusticiados se clavaban en la punta de la picota" siempre con ánimo evidente de escarmiento. La expresión poner en la picota tiene realmente un significado menos violento pero contundente, se trataría de denunciar públicamente los errores o faltas de alguien. Esta facultad del ser humano tiene en nuestra sociedad un reconocimiento sin igual. Por ejemplo, cualquier político o sindicalista se pone inmediatamente en la picota por el solo hecho de manifestarse como tal. Los medios de comunicación los colocan "decapitados" al instante para que puedan ser automáticamente insultados, denigrados y pisoteados por cualquiera que los nombre. Que quede claro que algunos no necesitan la ayuda de nadie para merecerlo, sin embargo pienso que muchos medios se exceden. Véase, ...

Viaje a Polonia (III)

Hay ciertos temas tan manidos o delicados que cuesta trabajo tratar. Me he resistido a escribir sobre mi visita a Auschwitz, pero ha sido una momento importante de mi viaje a Polonia y forma una parte imborrable de lo que he vivido este verano. Lo que me queda de esa experiencia no es muy distinto de lo que sentía antes de visitar el campo de concentración: no he descubierto nada que no supiera. Se trata de un asunto peliagudo que desde 1945 ha sido criticado, comentado, interpretado y recreado por directores de cine, escritores, historiadores, políticos, periodistas, etc. Yo solo puedo aportar una descripción de lo que vi y sentí como visitante de Auschwitz y como turista. Hay algo de teatral en la visita. Llevábamos unos auriculares que nos hacían concentrarnos silenciosamente en las palabras del guía brasileño. Empezamos pasando bajo la famosa y cínica inscripción: "Arbeit macht frei" ("El trabajo nos hace libres") y fuimos recorriendo el campo en grupo: éramos...

Presentaciones

Con menos de un día de diferencia tuvieron lugar los actos de presentación de dos libros. En el primero, el de  A estas alturas , yo estaba entre el público; en el segundo, El cráneo de la Araña , tras el micrófono. En los dos, Ángel Montilla habló con distinta careta: como poeta y como presentador. Fue una semana mágica y emocionante. Mientras que esperábamos que terminaran de llegar los asistentes a la presentación de mi novela entró el verano y dos días después fue la noche de San Juan. Un halo especial marcó toda la semana pasada. Como esperaba, la presentación de A estas alturas , fue original y amena. En una terraza atestada, escuché los poemas de Ángel Montilla como siempre, con admiración y a la espera de su ingenio. La música: saxo, guitarras y maracas, le dio un toque especial, convirtiendo el acto en un espectáculo fantástico. La presentación de El cráneo de la Araña fue más tranquila, pero no falta de emoción. Tengo que agradecer el interés y la amabilidad de lo...