Ir al contenido principal

El miedo

Hay gente que busca el miedo, que va al cine a que le den un buen susto, por ejemplo. Muchas veces no es necesario salir de casa para sentir la angustia que provoca el terror, tan solo con mirar las facturas de la luz o las del IBI nos recorre por todo el cuerpo el temor de pagarlas o a que sigan subiendo.
En los próximos días recorrerá el mundo un falso terror divertido que suplanta el miedo a la muerte. Con la fiesta de Todos los Santos (o el Halloween celta para los más jóvenes) se pretende espantar espíritus malignos, pero no olvidemos que la maldad no se puede ahuyentar, ya que es mucho más material de lo que desearíamos.
El miedo es una sensación primitiva fácil de manejar por el que lo provoca. El pánico es un arma de coacción y muchas veces es insuperable.
Tenemos miedo a volar, al dolor, a la oscuridad, a los espacios cerrados o abiertos e incluso a ganar; en fin, nos aterroriza cualquier cosa.
En muchos casos se nos quiere convencer de que disfrazando el terror puede llegar a ser simpático, pero si se consigue, ya no es miedo sino una tontería travestida de bruja o de calabaza.
Podríamos incluso discutir si el miedo se aprende o es producto de nuestro subconsciente, sin embargo, la sensación de peligro es contagiosa y terrible cuando supera los límites de lo racional.
La semana próxima es para mí un periodo también de temor lógico del que no me avergüenzo, como tampoco lo hago de mi pavor, cada vez menor, a los aviones. Si ante el miedo me descubriera riendo, sentiría espanto al verme tan ridículo.

Comentarios

  1. Qué descripción más precisa del ridículo festejo que se avecina. Gracias, como de costumbre, por tan juiciosa claridad.
    Pablo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Opiniones

Lo mejor que tiene publicar un libro es recibir luego del lector su opinión. Mi agradecimiento en este caso está basado en que alguien se moleste en leer mi novela y le merezca la pena perder tiempo de su valiosa vi da en darme su parecer. Tras la publicación de Uvas negras y las presentaciones consiguientes, ahora es el momento de repasar las opiniones de los lectores. La gran mayoría son muy positivas, lo cual me llena de satisfacción. Con todas las valoraciones, sean cuales sean, logro siempre algún beneficio para mi labor de escritor. Muchas veces recibo interpretaciones que van más allá de lo que yo creía o pretendía conseguir y esto me hace reinterpretar mi propia obra, me enriquece por tanto. Como he dicho, modestia a parte, en general, las críticas son excelentes. Por ejemplo, en la web de Agapea me he encontrado con el comentario de dos lectoras que elogian mi novela y la han valorado con la máxima puntuación. En muchos casos he tenido la posibilidad de hablar dire...

Poner en la picota

Según el diccionario etimológico de J. Corominas, picota es una palabra documentada ya hacia 1400, derivada probablemente de pico y esta a su vez de picar "en el sentido de punta, porque las cabezas de los ajusticiados se clavaban en la punta de la picota" siempre con ánimo evidente de escarmiento. La expresión poner en la picota tiene realmente un significado menos violento pero contundente, se trataría de denunciar públicamente los errores o faltas de alguien. Esta facultad del ser humano tiene en nuestra sociedad un reconocimiento sin igual. Por ejemplo, cualquier político o sindicalista se pone inmediatamente en la picota por el solo hecho de manifestarse como tal. Los medios de comunicación los colocan "decapitados" al instante para que puedan ser automáticamente insultados, denigrados y pisoteados por cualquiera que los nombre. Que quede claro que algunos no necesitan la ayuda de nadie para merecerlo, sin embargo pienso que muchos medios se exceden. Véase, ...

Presentaciones

Con menos de un día de diferencia tuvieron lugar los actos de presentación de dos libros. En el primero, el de  A estas alturas , yo estaba entre el público; en el segundo, El cráneo de la Araña , tras el micrófono. En los dos, Ángel Montilla habló con distinta careta: como poeta y como presentador. Fue una semana mágica y emocionante. Mientras que esperábamos que terminaran de llegar los asistentes a la presentación de mi novela entró el verano y dos días después fue la noche de San Juan. Un halo especial marcó toda la semana pasada. Como esperaba, la presentación de A estas alturas , fue original y amena. En una terraza atestada, escuché los poemas de Ángel Montilla como siempre, con admiración y a la espera de su ingenio. La música: saxo, guitarras y maracas, le dio un toque especial, convirtiendo el acto en un espectáculo fantástico. La presentación de El cráneo de la Araña fue más tranquila, pero no falta de emoción. Tengo que agradecer el interés y la amabilidad de lo...