He estado una semana en el País Vasco. Me ha encantado Bilbao y he visto La Concha de San Sebastián. He visitado Vitoria y varios pueblos. Me quedo, al final, con la gente. En Guernika una señora se nos acercó, nos estuvo preguntado por los motivos de nuestra visita y nos habló de la historia de su pueblo: "Tras el bombardeo no quedo casi nada", dijo. Le extrañaba que fuéramos de tan lejos a visitar su pueblo. En Vitoria otra señora nos hizo una foto junto a la estatua de Celedón. Estaba esperando para asistir a alguna ceremonia en la Iglesia de San Miguel y nos informó sin prisas sobre las fiestas que comenzaban al día siguiente animándonos a que las conociéramos.
Nos sentimos tratados siempre con mucha espontaneidad por gente preocupada por hacer las cosas bien.
Cuando vengo de otro país o ciudad, lo que las hace diferentes son sus ritmos. Hay lugares cargados de movimiento o extremadamente tranquilos. Hay plazas silenciosas o bulliciosas. Hay días y días: no es lo mismo llegar a la plaza del Obradoiro la víspera del día del Patrón a acercarte en enero.
En el País Vasco he sentido, en general, el ritmo pausado de las regiones orgullosas de ellos mismos y que saben envolverte con sus virtudes, que saben disfrutar a su manera y compartirlo con todos.
Vengo con ganas de volver para estar más días en San Sebastián o visitar algunos rincones que no he podido ver porque no me ha dado tiempo como el bosque pintado de Oma o Laguardia.
De todas formas la vuelta a casa siempre viene acompañada por la nostalgia de lo que has conocido.
Nos sentimos tratados siempre con mucha espontaneidad por gente preocupada por hacer las cosas bien.
Cuando vengo de otro país o ciudad, lo que las hace diferentes son sus ritmos. Hay lugares cargados de movimiento o extremadamente tranquilos. Hay plazas silenciosas o bulliciosas. Hay días y días: no es lo mismo llegar a la plaza del Obradoiro la víspera del día del Patrón a acercarte en enero.
En el País Vasco he sentido, en general, el ritmo pausado de las regiones orgullosas de ellos mismos y que saben envolverte con sus virtudes, que saben disfrutar a su manera y compartirlo con todos.
Vengo con ganas de volver para estar más días en San Sebastián o visitar algunos rincones que no he podido ver porque no me ha dado tiempo como el bosque pintado de Oma o Laguardia.
De todas formas la vuelta a casa siempre viene acompañada por la nostalgia de lo que has conocido.
Gracias por compartir estos momentos con nosotros. Yo también guardo un precioso recuerdo de San Sebastián, que fue lo único que pude visitar.
ResponderEliminarBesos
posiblemente el lugar mas bonito del mundo...
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